El grupo español Terras Gauda sigue acercando a los lectores sibaritas de The Select Experience vinos novedosos y sorprendentes. Sus bodegas se encuentran en diversas denominaciones de origen de España como son: Rias Baixas (Galicia); Bierzo (León) y; Sardón del Duero (Valladolid). La filosofía de Don José María Fonseca, fundador de la bodega, siempre fue elaborar vinos de corte. También rescatar del olvido las cepas autóctonas de la región. Como es sabido, en Galicia la especialidad son los blancos, así que las variedades cultivadas por la bodega son: albariño, loureiro y, caiño blanco. En conversación telefónica con Antón, hijo de Don Fonseca y actual director del grupo, contó para los winelovers uruguayos, el rescate de una uva autóctona: caiño blanco, y el vino que elaboran con ella: La Mar

¿Qué motivó al grupo rescatar la caiño blanco, una de las cepas autóctonas de Galicia?
Por allá en 1989, en los inicios de la bodega, la filosofía de mi padre era hacer una apuesta no solo por el albariño sino también por las variedad autóctonas que se cultivaban en el sub zona Del Rosal, donde nos encontramos. Como sabes, nuestro clásico coupage blanco Terras Gauda incluye la caiño blanco y notamos que hacía muy buena sintonía con el resto de las cepas que integran el vino. A medida que comenzamos a conocer la variedad, a entenderla en el viñedo y la bodega a crecer, la variedad creció con nosotros.

¿Y por qué elaborar un varietal con esta uva tan particular?
Comenzamos con las primeras pruebas en 2003. Es una variedad con una “boca” muy especial…, glicérica, untuosa es la palabra que mejor la define. Al ser racimos más pequeños, los mostos son más concentrados y esto permite elaborar vinos blancos de guarda. Inicialmente nuestra idea era usarla solo para el Terras Gauda pero nos dimos cuenta de su potencial y nos interesamos en hacer un mono varietal, que no es cien por cien, porque así lo define la filosofía de mi padre. Esa es la razón por la que tiene “toques” de loureiro y albariño. El primero le aporta aromas y el segundo complejidad, y en conjunto las tres cepas se integran muy bien.

¿Cuál es la razón de su nombre?
Queríamos hacer alusión a los productos que se consumen en la zona. Un maridaje perfecto con pescados y mariscos y esa alusión al mar, sobre todo en femenino, que tiene tanta poesía. El marinero cuando se refiere al mar, lo hace en forma poética, romántica y siempre en femenino. La razón principal de ligar el caiño blanco con el carácter atlántico que posee, fue hacerle un guiño a todas esas personas y a la región donde estamos, porque una de las fuentes principales de las que vivimos, es precisamente de “la mar”.

LA MAR 2015
Como decía Antón Fonseca La Mar es un vino que se puede beber ni bien sale al mercado o mejor aún con unos años de guarda. Si bien es cierto que de un blanco se espera frescura y fruta rebosante, vale la pena comprar más de una botella y analizar su evolución. En nuestro país la añada disponible es la 2015 y eso facilita las cosas de quien quiera disfrutar este corte de cepas gallegas, integrado por: 95% de caiño blanco y 5% de albariño y loureiro. Al servirlo su color amarillo oro sorprende a los más avezados consumidores. Girar la copa se hace necesario para que el oxígeno expanda los aromas de frutas blancas. A través del cristal podemos observar su untuoso cuerpo. El primer sorbo colma la boca y satisface las papilas con sensaciones untuosas, frutadas y hasta algo salinas, que lo transforman en un vino delicado y vibrante. Un vino que pide pescados y productos del mar. De aquel mar de donde viene esta joya o del nuestro, porque en el mundo del vino, no existen la fronteras. Compras en: www.amirwor.com.uy

Gentileza: The Select Experience