Con un toque de ironía Santiago nos hizo sonreír a todos, al anunciarnos que íbamos a trabajar, porque además de disfrutar de la cena, le íbamos a ayudar a elegir el corte del Preludio 2020. Sin duda el tinto más emblemático de la bodega; y el primero de su clase que la familia elaboró por primera vez en 1992

El proceso de Preludio lleva varios años de crianza en un centenar de barricas para luego, elegir cuáles de ellas han llegado al nivel óptimo, que merece uno de los primeros cortes tintos del Uruguay con reconocimiento internacional.

La selección de las mejores vinificaciones de cada año es una tarea ardua que le lleva varios días al comité de cata. Luego, en una segunda etapa la prueba se realiza acompañada con comida. Hay dos cortes seleccionados y uno de ellos debe ser el elegido. Pero lo interesante de esta ultima parte, es que de desde hace unos años, la familia en pleno invita a un ciclo de cenas, en la antigua cava de Juanicó, a un variopinto grupo de asistentes con quien comparten el desafío de la selección anual.

Santiago lo explica con sus palabras y una amplia sonrisa en su rostro: “en esta ocasión la cata se hace acompañada de comida, porque es así como el Preludio va a ser disfrutado en las mesas de los compradores. Mi abuelo participa y viene con algún amigo. Mi padre hace lo mismo y a ellos se unen otros colaboradores de la empresa. Hace tres años decidimos ampliar este jurado de selección y abrimos las puertas de nuestra gran cava, para hacer un par de cenas con clientes, periodistas y conocedores, hasta llegar a unas 70 personas en cada una”.

“El siguiente paso fue extender esta experiencia a Buenos Aires y San Pablo, donde convocamos al mismo segmento de conocedores y esto le da a nuestro vino insignia una distinción muy especial ya que no conocemos ninguna otra bodega del mundo que se anime a seleccionarlo con este procedimiento”.

“Por supuesto que la cena es preparada por Mechi mi hermana, que siempre fascina a los invitados con sus platos tan singulares y deliciosos”.

“Como testigo les hemos servido las dos cosechas que hoy están en el mercado – 2017 y 2019 – que irán acompañadas de un Rottolo de cordero. Para comprobar la larga vida del Preludio también podrán probar la cosecha 2000, que en mi opinión está bien vigente con el encanto que le dan los 23 años de vida”.