Esta vez no se hizo en la bodega, sino en el Sofitel Montevideo Casino Carrasco, a las 15:00 horas, con la presencia del italiano Alberto Antonini, consultor internacional, y Germán Bruzzone, gerente de viñedos y bodega de la familia Bulgheroni. La bienvenida estuvo a cargo de Claudio Dauria, gerente comercial de la empresa quien nos esperaba con una copa de Albariño Single Vineyard 2020, antes de tomar asiento en las mesas del ala este del restaurante 1921

Balasto 2020 es el tinto de corte, icono de Bodega Garzón, compuesto por cepas de las mejores parcelas: 42% Tannat, 39% Cabernet Franc, y 19% Petit Verdot. Su proceso de fermentación es en tulipas de cemento de 80 HL, y la maduración se realiza durante 20 meses en toneles de roble francés sin tostar.

Compartimos mesa junto a Antonini, Omar Ichuste y colegas del medio, con quienes conversamos largo y tendido. Mientras degustamos las añadas 2018 y 2020 del tinto TOP de la bodega, con voz pausada y en un español matizado de modismos italianos, Alberto resaltó, una vez más, las bondades de los suelos de Garzón para crear vinos de alta calidad.

“Hoy ya conocemos el terroir en profundidad y por eso podemos elaborar este tinto con un sentido auténtico del lugar. Nos ayuda mucho la biodiversidad, la estructura del suelo y su composición, las colinas y la exposición solar que le proporcionan a las plantas. Si a todo esto le sumamos la proximidad con el océano y su influencia en base a una brisa limpia y fresca, es fácil comprender entonces, que Garzón es un lugar único para la elaboración de vinos de primera calidad”.

 ¿Cómo define la cosecha 2020 y por supuesto al Balasto de esta añada?
“Balasto es un vino que tiene flexibilidad porque no nace de una receta, sino que cada año se busca potenciarlo con lo mejor que da esa cosecha. En 2020 tuvimos un verano de “libro de texto”, en el que todos los factores vitales alcanzaron su máxima expresión. Fue una temporada perfecta”.

¿Por qué la añada 2020 de Balasto solo la componen 3 cepas?
“El Tannat siempre es un protagonista en el corte, con el Cabernet Franc que en los últimos años ha crecido mucho y el Petit Verdot en una proporción menor pero que también aporta lo suyo. Son muchos lotes los que debemos evaluar, para quedarnos sólo con los excelentes y con ellos ver de armar el Balasto del año”.

¿Cuál es la función del enólogo en la creación de un gran vino como Balasto?
“Cuando uno tiene la suerte de tener una materia prima excelente, la tarea del enólogo es la de llevar su esencia a la botella. En general es recomendable hacer menos, pero para seguir este consejo hay que saber más y aplicar toda la experiencia para no extremar nuestra intervención. Cierto es que estamos trabajando en un terruño noble, pero debemos reconocer y agradecer a la familia Bulgheroni, todo el apoyo que nos han dado incluidos los medios y equipos que hoy tenemos a nuestra disposición”.

¿Qué le seduce más de hacer vinos?
” Me gusta mucho hacer vinos porque es muy interesante ver cómo reaccionan las variedades. Nuestro trabajo es estar atentos a lo que la naturaleza indica. Cada año comienza con la incertidumbre de lo que nos va a deparar. Nada está escrito y nada está resuelto de antemano”.

El servicio, con su conocida solvencia, estuvo a cargo de Agustín Álvarez Alcaire y para la despedida los invitados recibimos de obsequio una botella del Tannat Single Vineyard 2014, firmada por el mismísimo Alberto Antonini. Una tarde Balastos, de buena compañía, amena conversación y un gran honor por ser de los primeros en degustar un tinto que vivirá muchos años. Nuestro consejo: a conseguir sus ejemplares antes de que se acaben.