Con estrechos lazos familiares y muchas amistades en la península ibérica, Adriana Fernández, Guzmán Martínez y Hernán Fonseca – socios en Atlántica Gourmet – decidieron aprovechar de esas visitas, las gratas experiencias que hicieron en materia gastronómica. Les gustó entonces crear una nueva opción para los consumidores que buscan diferenciarse, al momento de satisfacer sus gustos de bebidas y alimentos. Lo visualizaron como un segmento joven, al que le encanta compartir sus descubrimientos con los amigos

Atlántica dice Adriana: “Es la concreción de una idea, que nos permite volcar al mercado uruguayo, las experiencias acumuladas en nuestros viajes, en todo lo que se relaciona con el buen comer y el buen beber. Porque al salir al exterior, uno se encuentra con una forma mucho más cuidada de atender al consumidor exigente”.

Un soplo de vida

Una nueva empresa debe tener su marca y al momento de originarla, ellos se sentían muy influidos por la cultura y las historias de los familiares, que vinieron de más allá del océano y de ahí su nombre. Pero en los grandes mares, los fuertes vientos son una constante que impulsa a los navegantes o les dificulta el camino y Hernán cuenta cómo influyen: “En el inicio de las cosas todo comenzó con un viento, el «soplo de la vida». Cuando el hombre buscaba orientarse miraba al sol y obedecía sus fases para determinar sus actividades agrícolas. Vital y tan inspirador como lo es, algún artista de hace siglos, decidió dibujarlo con los ocho rayos que simbolizan los 4 puntos cardinales y sus intermedios. Así nació la Rosa de los Vientos. Algunos entienden que hay 4 vientos favorables y 4 desfavorables y de ellos sin duda nacen muchas historias y anécdotas. Nosotros nos imaginamos que fue alguno de esos 8 vientos, el que dio cuerpo y alma a los frutos que hicieron nuestros vinos”.  Así los vinos nacionales – tan al alcance de la mano – tomaron fuerza como primer producto a comercializar. Hubo que contactar a las bodegas que les interesara brindar los suyos y así encontraron a Alto de la Ballena, Cerro Chapeu y Cerro del Toro. Con su apoyo se armó la línea Vanguardia, de vinos jóvenes y con un precio accesible, los que ya están disponibles en el sitio WEB, en algunas tiendas y en locales de comidas.

Creando marca, logo y diseñando etiquetas

Con un enfoque muy preciso hacia el cuidado de sabores y aromas, la presentación de Atlántica Gourmet debía tener muy en cuenta el diseño del empaque. María José Ferrere, diseñadora gráfica se unió entonces a este proyecto, para asesorarlos no sólo en la creación de la marca sino también en las etiquetas de los vinos. Ella tuvo su propia agencia, fue docente en la ORT y hoy está en una etapa de proyectos que tienen que ver con el arte y de esta experiencia cuenta:”Cuando vinieron a verme ellos traían una idea, la que en conjunto fuimos materializando. Querían una presentación más exclusiva, que los diferenciara y cómo yo fui profesora de diseño de empaques, sentí que podía ayudarlos. A través de esta experiencia mía, se bien que la idea fundamental de la etiqueta es que permita al consumidor, vislumbrar lo que va a encontrar dentro de ese envase. Si bien la empresa se llama Atlántica Gourmet, para el diseño del logo nos enfocamos en los vientos, que tienen mucha fuerza y se pueden representar mejor. La Rosa de los Vientos figura entonces arriba del nombre”.

Vanguardia y Ocho Vientos

Guzmán Martínez es el más joven de los socios y a él le toca el abordaje del mercado. Lógico que por estar en los comienzos y con cantidades limitadas de botellas, los grandes comercios y cadenas quedan descartados. La estrategia indicaba entonces visitar vinotecas y locales gastronómicos de nicho. Sabe presentar sus vinos y no duda que cada uno tiene sus virtudes y así lo explica: “De la línea Vanguardia, el Tannat Rosé es un vino fresco que ha gustado mucho porque es tan social, que acompaña una juntada con amigos o servirlo en el atardecer. Su compañero tinto, el Cabernet Franc es frutal y marida con una amplia gama de opciones. Ha gustado muchísimo a los jóvenes, tanto los que ya tienen un camino recorrido, como los que están iniciando sus pasos en este fascinante mundo del vino”. La línea Ocho Vientos, unos escalones más arriba cuenta con un Albariño, que en Uruguay al igual que en Galicia, también nace acariciado por esas frescas brisas oceánicas. “Además tenemos el Cabernet Franc Reserva, un tinto elegante, jugoso y digno representante de esta gran cepa de Burdeos. Por último el Assemblage permite conjugar tres excelentes uvas tintas – Cabernet Franc, Merlot y Syrah – y rinde mucho en reuniones más formales”.

Planes no faltan

En materia de nuevos vinos Hernán comenta:”Buscamos encontrar otras opciones con algunas cepas europeas no muy difundidas, pero que ya se cultivan en Uruguay. Serían para presentar en la segunda mitad de 2020, junto con un Cabernet Sauvignon. También tenemos la idea de plantar nuestras propias vides dentro de viñedos ya existentes, para así elaborar nuestro vino micro vineyard. Estamos preparando el primer envío a Brasil para cumplir con pedidos de Clubes de Vino ya contactados y de wine enthusiasts a los que les han gustado mucho nuestros productos. La tienda crecerá con productos importados como café y chocolate, pero esto tomará más tiempo desarrollarlo.