Es una bodega creada no hace tanto, en Ribera del Duero por José María Ruiz. Como propietario de un restaurante en Segovia, quiso tener para sus comensales un “vino de la casa” de un nivel superior e indiscutible. Al proponérselo remaba contra la corriente, ya que en los 80, era habitual que ese tipo de vino llegara en jarra a la mesa de los restaurantes

Desde sus primeras 9 hectáreas muy cerca de Peñafiel, este proyecto fue tomando forma y creciendo, hasta convertirse en una bodega referente dentro de la región.

El alcance de este ambicioso sueño superó las expectativas iniciales y hoy ya cuenta con 160 hectáreas en producción. De Tempranillo en su mayoría y de  Cabernet Sauvignon y Merlot en menor medida.

La calidad de su único tinto no sólo colmó sus expectativas, también la de sus clientes y el boca a boca cumplió su cometido. El Pago de Carraovejas cruzó la frontera local y comenzó a ser vendido con éxito en diferentes puntos de España.

En 2007 se inicia una nueva etapa del negocio, con la incorporación al proyecto de Pedro, hijo de Don Ruiz. Con él, una mayor vitalidad y empuje se suman y los lleva al poco tiempo, a comprar la bodega Ossian de Castilla. En 2018 adquieren la bodega Milsetentayseis cerca de Burgos, con un curioso nombre que alude a la altura sobre el nivel del mar en que está situada. Y siguen otras adquisiciones hasta completar las 5 bodegas que hoy el grupo tiene.

Esta cronología muestra de forma cabal la visión de José María y su sagacidad empresarial, para conformar este grupo, en base a un equipo ganador.

Alberto Hernández lo  integra como export manager y vino al Uruguay a visitar los clientes de Iberpark, su representante local. Tiene amplia experiencia de comercio internacional adquirida en Polonia, cuando allá  representaba a distintas empresas españolas exportadoras.

“Hasta ahora trabajamos sólo una etiqueta, la del excelente tinto Pago de Carraovejas. Pero a partir de la visita de Alberto que nos permitió conocer el actual portfolio del grupo, pronto importaremos otros vinos de este grupo español tan pujante y que siempre apuesta a la calidad”, expresó Leo Guerrero, Brand Ambassador de Iberpark.