Sus abuelos eran bodegueros y procesaban las uvas de sus propios viñedos. De niño sus juguetes estaban dentro de la bodega, así que cursar enología era un destino cantado. Siempre le atrajeron los vinos de burbujas y cuando estudiante, los elegía para las clases prácticas. Una vez egresado, Fernando Pettenuzzo estuvo empleado en distintas bodegas nacionales, elaborando vinos finos pero siempre haciendo pequeñas partidas experimentales de los espumosos

En el invierno de 2006, le tocó un desafío mayor cuando le propusieron elaborar 5.000 botellas para la zafra de fin de año. Algo nuevo porque en esa bodega no se producían. Con mucho entusiasmo encaró el reto, pero la experiencia no fue satisfactoria. Las levaduras elegidas no dieron el resultado esperado y el vino no pudo salir al mercado. No se dio por vencido y para las fiestas del año siguiente, su espumoso se vendió como pan caliente.

“En 2016 y como forma de celebrar mis 10 años en el tema, tuve la chance de asociarme con mi colega y amigo Alejandro Cardozo, que en Caxias do Sul, ya era un experto en la materia. Había trabajado varios años en Varela Zarranz, hasta que emigró a Brasil donde hizo una gran carrera. Hoy es consultor de espumosos y asesora a las bodegas que buscan mejorar la calidad de los suyos. Es un investigador incansable y allá en Rio Grande se ha convertido en Mr. Burbujas” recuerda Fernando.

Juntos hicieron aquí ese año, las primeras 4.000 botellas para las fiestas, sin saber cómo las iban a comercializar. Pero la suerte estaba de su lado, porque al mismo tiempo  Alejandro Domínguez de Iberpark,  en una coincidencia feliz, quería contar con una marca propia para sus tiendas de conveniencia. El tercer socio entonces estaba cantado, porque un buen empresario era la pata que faltaba. Así nacieron los espumosos Paa!, marca que se forma con las iniciales de los socios.

“Somos tres cabezas que avanzamos en línea recta. Es una sociedad colaborativa donde cada uno tiene su rol y nos complementamos muy bien. Comenzamos este proyecto de cero y nos enorgullece todo lo que hemos logrado. Hoy nuestros espumosos son reconocidos por su  calidad y la prueba se dio con nuestro Paa! Extra Brut, elegido por un panel de expertos como vino institucional de INAVI” complementa Pettenuzzo.

Con el tiempo la gama se fue ampliando y al día de hoy ya cuentan con varias categorías que van desde un Paa! Dolce, pasando por un Demi Sec y varios Extra Brut para completar la oferta y satisfacer todas las preferencias.

Poniendo en práctica el lema “la creatividad al poder”, una innovadora propuesta del trío es el Paa! Spritz, basado en el famoso cóctel tan de moda, que ya viene preparado y se sirve con hielo y una rodaja de naranja.

Subiendo la apuesta  y en lo alto de la escala, se posiciona el Zulma Cero Dosage, en base a Pinot Noir y Chardonnay, elaborado según el método tradicional. Su nombre homenajea  a la madre de Alejandro Domínguez y en francés indica que no se le endulzó. Se trata de una partida muy limitada de botellas numeradas, con crianza sobre borras durante 20 meses.

Hablando con Fernando al preparar esta nota, coincidimos en la gran diferencia que hay entre los enólogos de hoy con los de antes. Aquellos cursaban los dos años de la Escuela de Enología, sin haber terminado la secundaria y al emplearse en las bodegas, ejercían más bien como un capataz de planta y para supervisar al personal. Hoy con una formación de mayor nivel profesional, son muchos los que se distinguen con un perfil más empresario. Son los que sin dejar su cargo en una gran empresa, al mismo tiempo aprovechan la chance que ellas les dan a sus iniciativas, para encarar pequeñas producciones y desarrollar sus propias marcas.