Fabiana Bracco es licenciada en Relaciones Internacionales y docente en la universidad ORT de Montevideo. En 2016 y de acuerdo con su esposo, no vaciló en vender su casa de playa, para invertir en la bodega de sus padres. Queda al este de Canelones y no lejos de Atlántida, en el km 43,500 de la carretera Sosa Díaz y la rebautizó Bracco Bosca Winery, usando sus dos apellidos

Le atraía mucho la idea de transformarla y comenzar la producción de vinos finos. Allí contaba con un viñedo muy bien cuidado y suficiente experiencia en marketing de vinos, por haberlos vendido en el exterior, para la bodega de los hermanos Pisano y Ánima Negra de Mallorca. Fácil de entender es, que apenas los suyos alcanzaron la calidad imprescindible, comenzó a viajar para colocarlos en el extranjero. Hoy las exportaciones son la base más importante de su facturación.

El enoturismo también importa

Es una trabajadora incansable y está siempre generando cosas nuevas. En los  comienzos, el enoturismo no estaba entre sus prioridades pero lo encaró con decisión, una vez que la producción de los vinos  alcanzó la calidad que pretendía. En sus constantes viajes a Brasil y con la tenacidad que la caracteriza, no dejaba de invitar a los participantes de las degustaciones, a visitar su bodega boutique. Un trabajo persistente con los hoteles de Montevideo, también le trajo muchos turistas del país vecino. Con esa impetuosidad que la caracteriza, decidió instalar una piscina y la cabaña Viña Viva, para alojar a quien quisiera quedarse a pasar la noche. No contenta con eso, lo último fue agregar una tina de agua caliente al aire libre, para que en invierno se puedan alternar los baños calientes y fríos. Es de madera y caben 5 personas sentadas en los bancos sumergidos. Es como si fueran las termas de Salto, pero al Este de Canelones.

Un blanco que no es tal

El viñedo no es grande pero está bien surtido, en su mayoría con uvas tintas. Tannat, Cabernet Franc, Merlot, Petit Verdot y Syrah ocupan casi toda la superficie y dan lugar a los respectivos varietales y sus blends. El Cabernet Franc obtuvo 94 puntos en la Guía Descorchados 2021 de Patricio Tapia. También dos blancos figuran en la carta. Sin embargo uno es de  Moscatel de Hamburgo, la uva tinta más conocida de una gran familia. Es la que los franceses llaman Muscat y los italianos Moscato. Se afirma que sus integrantes suman unas 200 variedades y salvo esta, las demás son blancas. En Uruguay se la utiliza más que nada para los vinos de mesa, pero Fabiana quiso que su enólogo Marcelo Laitano la trabajara para un VCP y así nació Sin Preconceptos Moscatel Seco 2021. “Lo primero que hicimos fue bajar la producción en el viñedo y así obtener de la fruta más aroma y sabor. También tenemos que ser muy cuidadosos porque el color apenas rosadito que luce, sale con el jugo al prensar las uvas y debemos cuidar que una mayor presión no lo intensifique. Luego de obtenido, lo procesamos en frío como con cualquier blanco”, comenta Marcelo. Así se obtuvo este interesante Moscatel blanco pero de reflejos rosados, de aroma fresco y dulzón, muy agradable y disfrutable.

 

Dos tintos de limitada producción  

Entre los tintos que Fabiana produce elegimos dos de limitada producción, que valen la pena probar y dejarse sorprender. Uno de ellos es el Ombú Blend 2019, corte de Tannat, Syrah y Petit Verdot, casi en partes igual, apenas dominando por un 10% de nuestra cepa emblema. En su aroma aparece con intensidad la fruta combinada del Syrah y el Petit Verdot, que entre ambas predominan sobre el roble y sus 4 meses de crianza en barrica. De acidez sabrosa y final medio. Si continuamos recorriendo el portfolio de etiquetas de la bodega, nos encontramos ante un tinto que muestra toda la tipicidad de su cepa. El Syrah Reserva 2018 es de color vivo y brillante, su aroma fresco le da un atractivo bien especial. La mitad del vino descansó 5 meses en barricas de roble y su presencia lo potencia en nariz y boca. Es amplio, sin taninos evidentes y al final deja un retrogusto muy agradable.