Con ese apellido y sabiendo que se dedica a la cocina, las presentaciones son redundantes. Basta decir que es sobrino de Francis; que reparte su vida entre Buenos Aires y California; que ama José Ignacio y que pronto se instalara con restaurante propio en el Este, su lugar en el mundo

“Vengo a José Ignacio todos los veranos, desde muy chico…, de vacaciones, con mi familia. Empecé a trabajar acá, haciendo eventos privados” Así arranca nuestra conversación, de manera amena, en una soleada mañana de primavera en el más TOP de nuestros balnearios.

“Trabajé con Francis, mi tío, cuando no sabía mucho de cocina, en la parte comercial y trabajé en Garzón. Después Francis me invitó a hacer eventos y viajar con él a hacer filmaciones y demás…, y después en el restorán de Buenos Aires, Patagonia Sur  y así me fui armando  durante cuatro o cinco años que trabajé con él y ahora hace casi tres, que estoy solo…”

Su sinceridad se percibe desde el primer comentario, “mi cocina es muy inspirada en la de Francis…,” y como no podía ser de otra manera, se centra en el uso del fuego, como elemento esencial de cocción. A donde va, lleva sus parillas y enciende el fuego. Así sorprende a sus comensales, sobretodo americanos. “En California, en realidad en todo Estados Unidos, se perdió la cocina a leña, ya no existe. En Estados Unidos se usa el Barbecue con propano, entonces cuando yo voy a cocinar, a la gente le impacta mucho más que acá…, la gente cuando ve mi armado de parrillas con leña y usando una plancha que está calentada por leña y fuego, les impacta mucho y quedan más impresionados de cómo puedo cocinar un menú de cuatro o cinco pasos, todo a base de fuego”.

Es sabido que el fuego es vida y que sin él, la humanidad no hubiera avanzado como lo hizo. Así lo siente Agustín y afirma, “cuando comencé y vi todas las cocinas con horno de barro, planchas,  parrillas y una cocina a leña, me impactó…, después trabajando con Francis me di cuenta de que esa es nuestra historia, la cocina a leña no es nada nuevo. Creo que esta cocina de fuegos nos lleva a muchos años atrás y nos muestra nuestra historia.”

Sin duda el apellido pesa y si bien le ha abierto muchas puertas, Agustín ha comenzado la búsqueda de su propio camino. “El apellido tiene su peso obviamente. Yo trato de no pensar mucho en eso. Aunque siempre me lo preguntan, trato de que cada experiencia que genero sea única y sea muy buena, pero siempre tenés la presión de que esté a la altura de Francis. Porque aunque no quiera soy su sobrino y soy el único de la familia que está yendo por ese camino. Entonces tiene su peso, pero trato de no pensar mucho en eso en la hora de cocinar y sí de hacer lo mejor posible”.

Agustín se define como un gran perfeccionista. Cuida todos los detalles de sus eventos, desde la preparación de los fuegos hasta el armado de las mesas. El haber nacido en una familia, donde recibir es una pasión, le ha dado un “buen ojo” estético que hoy le permite generar experiencias para sus comensales, como las que ofrecía su abuela Picho.

A la hora de comer va por lo sencillo, “no soy de estar en casa y armarme un plato como todo el mundo cree, que estoy en casa y me cocino impresionante. Me fascina, pero como trabajo. En casa me gusta relajarme y comer sencillo. Si tengo que elegir, me encantan las pastas…, si estoy en casa y tengo ganas de sacarme un antojo, me hago una rica pasta con una salsa de tomates casera”.

Tiene planes para el próximo verano, cuando se instale en José Ignacio con restaurante propio. Así lo cuenta, “también estoy con un proyecto, acá en José Ignacio, de un restorán propio. Un proyecto de familia, que concretaremos con mi padre y mi hermano. Compramos el terreno, y vamos a construir un restorán nuevo. Creo que para un primer restorán, tiene que ser un lugar que realmente te apasione y te guste mucho de corazón y, elegimos Uruguay y José Ignacio por eso”.

Y reafirmando su elección y conociendo el mundo como lo conoce, no duda un instante en afirmar; “elijo José Ignacio, es mi lugar en el mundo, la verdad es que vengo desde muy chico, me fascina este pueblo, me fascina la gente que está acá. El pueblo me fascina por la sencillez que tiene…, seguís yendo a la mansa y tenes a los pescadores que hace cuarenta años que salen a pescar y traen sus pescados con los mismos barquitos de antes…, yo desde chico que vengo todos los años a veranear, le tengo un cariño muy grande y ahora es mi lugar en el mundo”.

Gentileza: The Select Experience