Escaparse unos días a la provincia más vinícola de Argentina siempre es un derroche de disfrute y buen vino. Catadores regresó después de la pandemia, con un grupo de aficionados, en un tour de 5 intensos días de paseos, visitas, degustaciones, aprendizaje, almuerzos, cenas y muchos brindis. Alzamos las copas en todo momento, con blancos frescos y sorprendentes, tintos potentes y elegantes, y por supuesto, con burbujas, que esta vez nos sorprendieron por su alta calidad

Casa Vigil

Alejandro Vigil y su esposa María Sance, han creado un verdadero paraíso, llamado Casa Vigil. El enólogo estrella de Catena Zapata, tiene su propio emprendimiento de vinos de altísima calidad, llamados El Enemigo. Llegar a “su” casa en la zona de Godoy Cruz, es toda una experiencia. Las vides esperan al visitante, así como olivos y una huerta orgánica y perfectamente diagramada en cajones altos. De ellos sobresalen hierbas aromáticas, y un sinfín vegetales. Tal cual un parque temático, rodeado de una hilera de membrillos cargados de frutos maduros, y turistas de todas las nacionalidades, nos contaron la historia de esta premiada bodega.

Luego llegó el momento de la cena. Fueron 6 platos, cada uno con su vino. Iniciamos con 2 blancos de la línea El Enemigo: Semillón y Chardonnay. Al probar el primero, Eduardo Lanza y Omar Ichuste cruzaron miradas y sabían que, finalizada la cena, pasarían por la tienda, en busca de ese ejemplar tan particular, exquisito, fresco, elegante y tan escaso en nuestra región.

Catena Zapata

La expectativa del grupo por conocer la icónica bodega que imita a una pirámide maya era importante. La obra de don Nicolás Catena, el reconocido empresario que dio a conocer al mundo la indiscutida calidad del vino argentino, sorprendió a la brigada de Catadores. La visita fue diferente y sumamente interesante. Comenzó en el Catena Wine Institute, la iniciativa de la Dra. Laura Catena que tiene por finalidad, investigar los suelos de las múltiples parcelas de la familia. Una labor que lleva a vincular a cada una de ellas, con la calidad del vino que se produce. Este trabajo distingue a la bodega y la hace pionera en una actividad académica muy poco usual en el sector.

La degustación se llevó a cabo en la cava del nuevo edificio, de estilo toscano, que alberga a la moderna destilería. Una real sorpresa para el grupo que no esperaba encontrar una instalación de este tipo en una bodega. La cata comenzó con dos grandes y distinguidos Chardonnay – White Bones y White Stones – ambos del viñedo Adrianna Vineyards. El enólogo residente Ernesto Bajda, nos acompañó a pesar de ser su primer fin de semana descanso en lo que va del año. La picada, de delicias locales, acompañó la degustación de tintos de renombre. La compañía de Mabel Puebla, miembro de la familia, fue una verdadera sorpresa y agrado, por su cálido recibimiento.

Lagarde

Una historia centenaria modela la identidad de esta bodega fundada en 1897 y la posiciona como una de las más antiguas de Mendoza. Comprada en 1969 por Enrique Pescarmona, hoy es liderada por sus dos hijas, Sofía y Lucila que con clara visión empresarial decidieron renovarla y acercarla a los jóvenes.

Nuestro aporte fue elaborar vinos de alta calidad, de producción cuidada y limitada. Modernizamos la bodega de una manera que respete el pasado, pero con nuevas prácticas sustentables, incluyendo el cultivo orgánico de nuestros viñedos, explica Sofía para ejemplificar el enfoque de las hermanas.

Un paseo por los viñedos centenarios fue el prólogo de la degustación en la tienda de la bodega. Probamos: Proyectos Hermanas Sauvignon Blanc 2021, fresco y herbáceo como lo exige la variedad. Seguidos por el Malbec y un Cabernet Sauvignon de Primeras Viñas en Gualtallary. Otros dos de la línea Lagarde Organic, y para finalizar, el icono de la casa, Henry Gran Guarda 2019. Corte de Malbec y Cabernet Sauvignon que por su elegancia y gran porte inspira gran respeto.

Chandon

La filial argentina de esta prestigiosa casa de Champagne fue la primera en fundarse, en 1959, fuera de Francia. Fue a instancias del Barón Bertrand de Ladoucette, un noble y visionario empresario, al que se termina homenajeando con la línea alta de espumosos de método tradicional, de la filial argentina.

La marca es conocida por todos. También sus espumosos que llegan a nuestro mercado, en varios de sus estilos. Lo que muchos no saben – y este era nuestro caso – que hay pequeñas partidas especiales de gran categoría que no llegan a todos los puntos de venta. De la mano de Florencia Zafarana descendimos antiguas escaleras, para recorrer anchos pasillos que resguardan centenares de botellas de viejas añadas. Sorprendidos y con gran emisión, arribamos al lugar de trabajo del chef de cava. Ahí, inmersos en la más pura mística, disfrutamos tres espumosos de la línea Cuvée Reserve: Blanc des Blancs, Blanc de Noir y Cuvée Brut Nature. Sencillamente extraordinario.

Viña Cobos

Bodega de culto si las hay. Fundada en 1997 por el enólogo y consultor americano Paul Hobbs, quien en Mendoza descubrió el potencial de la Malbec, una variedad que hasta entonces no se tenía en cuenta para la elaboración de tintos de alta gama. Es una bodega moderna, sin la estirpe de las más antiguas. Al llegar, su inmensa fachada plana y vidriada, refleja el paisaje que se encuentra detrás de los visitantes, causando un efecto deslumbrante.

De forma algo particular pero entendible, Hobbs busca concentrar su atención y la de su equipo técnico y por eso, sólo trabajan tres variedades: Chardonnay, Malbec y Cabernet Sauvignon. Sus líneas Felino, Cocodrilo, Bramare y los icónicos Viña Cobos, siempre ranquean alto en los concursos internacionales. En particular su tinto Volturno – Cabernet Sauvignon 95% y sólo 5% de Malbec – acaparó las mejores calificaciones de la crítica internacional. Una bodega para visitar y volver en cada escapada a Mendoza.