De las bebidas alcohólicas destiladas, el whisky es hoy día la de mayor prestigio y eso es mérito del buen trabajo mediático, que han hecho las grandes marcas escocesas. Desde hace tiempo se elabora en muchos países con distintos niveles de calidad. Algunos muy destacados como los de la destilería japonesa Suntory

“Whisky es un término genérico como cerveza o vino, aunque hay 5 denominaciones de origen muy respetadas, con igual número de estilos bien reconocidos” dice Juan Carlos Baucher. Experto en whisky y destilados, se formó en Escocia, es autor del libro “Whisky, agua de vida» y se desempeña en Uruguay y la región, como embajador de las marcas más prestigiosas. Ampliando su afirmación agrega:”Indiscutidos en el mundo son los Scotch Whisky, el Irish Whiskey, el Bourbon americano, el Canadian y el de Japón que también talla muy alto”.

El resto del mundo

Entre los outsiders, India es un gran productor aunque allí no se respetan ni la técnica, ni la materia prima que dictan los escoceses. En vez de cebada se puede utilizar melaza de caña de azúcar, a la manera del ron caribeño, aunque luego y sin escrúpulos, aparezca whisky en la etiqueta. Aunque hablando de mayor respeto, es Alemania que se distingue y como el país fuera de Escocia, con mayor número de destilerías dedicadas al whisky. Son pequeñas y de empresas familiares que producen de forma muy esmerada. El Sloupisti Spreewälder es muy reconocido entre los profesionales, lo cual indica que debe ser bueno y que no envidia a los de Escocia o Irlanda. Taiwan no se queda atrás. Siempre se dijo que una larga maduración en barricas era sinónimo de calidad. No se concebía un whisky campeón con menos de 18 años. Pero el húmedo clima de la isla y sus altas temperaturas impiden una dilatada crianza. Sin embargo el Kavalan taiwanés, sin tener un largo añejamiento, fue galardonado en el World Whisky Awards. El campeón se llama Solist Vinho Barrique porque está madurado en barricas de “vinho de Oporto” portugués.

 

La Alazana de la Patagonia

En Chubut, en el paraje Las Golondrinas y en plena Patagonia, se ubica la destilería de Lila y Néstor Serenelli. Ella nieta de galeses, nacida y criada en Bariloche, apasionada por la equinoterapia y el buen whisky. Él en cambio, oriundo de la provincia de Buenos Aires, donde su abuelo destilaba el orujo para hacer grapa en cada vendimia. En ese lugar del sur, con un clima ideal y abundante agua de deshielo, la pareja instaló La Alazana. Un establecimiento nombrado así,  en recuerdo de una querida yegua que tenía un pelaje muy parecido al de su whisky. Su Alazana Single Malt es el que recibió una medalla de oro en el World Whisky Awards.

Presentación en sociedad

Juan Carlos Baucher fue invitado hace unos diez años a la presentación en sociedad del Alazana y lo cuenta de esta manera: “Néstor me conocía de la televisión, porque a la sazón yo trabajaba en el Conocedor TV, con Miguel Brascó y si bien los vinos eran el corazón del programa, me tocaba hacer un micro sobre el final, sentado en un living y comentando un whisky. Cuando me propuso presentar su Single Malt tuve dudas, porque acostumbrado como estaba a los escoceses o irlandeses con muchos años de estacionamiento, tenía mis serias dudas de lo que me iba a encontrar. Ya sabía que era joven, que tenía apenas tres años y medio de añejamiento, sin embargo al probarlo comprobé su gran riqueza aromática y su evidente potencial de guarda. Tuve una muy grata impresión y debo decir que Néstor contaba con barricas de muy buena calidad, lo que fue fundamental para el excelente resultado”.