Con la presentación de MIL 2020, su nuevo tinto tope de gama, Los Cerros de San Juan sigue el camino ascendente y como dice Germán Guardado, su gerente comercial: “buscando integrarnos a las ligas mayores, siendo cada vez más competitivos y con vinos de mejor calidad”

Cierto es que una trayectoria centenaria la avalan en sus pretensiones y  la nueva conducción con Sergio Mora Viera al frente de un equipo muy solvente, es otro factor fundamental para seguir posicionando a la empresa. El nuevo equipamiento de tanques, tulipas de concreto y sistema de enfriamiento para controlar las fermentaciones ya muestra buenos resultados. Toda una tecnología de punta, que en manos de Rodolfo Bartora rinde mucho.

El nuevo MIL 2020 es buena prueba de ello. “Sólo se hicieron 1.250 botellas que van numeradas, a partir de una selección de uvas destacadas de la mejor cosecha de los últimos años. Como toque de distinción se incluyeron en su elaboración, unos pocos kilos de uvas del viñedo del Museo, con plantas de más de 130 años”, nos comentó “Fito” Bartora, enólogo responsable del establecimiento.

“También quiero contarte que para ensamblarlo realizamos una degustación a ciegas de las mejores barricas de esta cosecha. Un trabajo muy serio, muy profesional y estamos muy contentos del resultado, por la complejidad y la elegancia de este formidable tinto, que no dudamos se podrá guardar al menos por 15 o 20 años”, agrega para redondear.

La escribana Patricia Rodao también es sommelier y asiste a Los Cerros cuando se la requiere. Estrenó su segunda profesión en la reciente edición del Salón Nacional del Vino organizado por Catadores. De su visita, el sábado pasado a la bodega, nos cuenta:” Durante la recorrida de las instalaciones, la propuesta distinta fue probar vinos aún en crianza. Algunos de barricas, otros de las ánforas. El MIL 2020 es un vino de corte del cual no se conoce su composición por decisión de la empresa. De mi parte estimo que el Tannat es prioritario y no me extrañaría que el Cabernet Franc lo acompañe. Tiene muy buena estructura, los taninos están redondos, bien pulidos y si ya tiene muy buen presente, en botella va a seguir creciendo. De buenos aromas, es elegante, tiene retrogusto de tabaco y de humo. Me hizo recordar mucho a los tintos de Burdeos, en el sentido que el roble está excelentemente integrado y para nada tapa la fruta original” concluye la novel profesional del vino.

Buenas noticias entonces para todos y el saber que una bodega tan legendaria como Los Cerros de San Juan, viene pisando fuerte en materia la calidad de sus vinos.