Entre el 19 y 21 de marzo se celebró la feria ProWein en Düsseldorf, que es hoy la más importante de vinos y a la que concurren, la mayoría de las bodegas exportadoras. La novedad que ha sorprendido a muchos es que este año, hubo una sala exclusiva para los vinos sin alcohol. Hace poco nos sorprendíamos con el vino envasado en lata, que según dicen, ya cuenta con un mercado que promete. Ahora le tocó el turno al alkohol frei wein como le llaman los alemanes, procurando atender a otro segmento de consumidores

En Uruguay la bodega Dante Irurtia ya tiene desde hace años su línea Natural 0.0 con un blanco y un tinto. Salen al mercado en botellas de vino, pero INAVI no autoriza a llamarlos como tal y lo categorizó con el término: Néctar de uva.

Las grandes marcas no se quedan atrás

Da una medida de la trascendencia que viene alcanzando estos “vinos”, el hecho que algunas marcas reconocidas en el mundo, ya los hayan incorporado. Freixenet se sumó hace unos años a esta movida y lo hizo no sólo con sus cavas catalanes, también con un tinto clásico.

Freixenet Legero se llama el cava alcohol 0, que se elabora en el Penedès de Cataluña con uva Moscatel y que se destaca por su sabor fresco, afrutado y muy equilibrado. Por su parte el Freixenet Legero Red se hace con una combinación de cuatro uvas tintas, a saber: Cabernet Sauvignon, Garnacha, Monastrell y Tempranillo.

Elaborarlos tiene sus bemoles

Para ello la casa catalana ha optado por una de las mejores tecnologías, la que descarta el alcohol a baja temperatura y al vacío, para conservar así las características del vino original. Bueno es aclarar que los otros componentes del vino que no son volátiles, permanecen intocados. La acidez, el contenido de azúcar, los taninos – en el caso de los tintos – y los aromas, sobreviven al proceso de destilación en frío y de esta manera, este tipo de bebida – para no llamarla vino – sube de categoría y deja de esta reservada como al principio, sólo para el tetrabrick.

El consumidor puede optar

Marcelo Irurtia comenzó a elaborar su línea Natural 0.0 en 2017 y así nos comentó cómo surgió esta idea: “Comenzamos este proyecto impulsados por la tolerancia 0 para conductores. Buscamos alternativas de producción en países que ya contaban con esta bebida. No lo llamamos vino sin alcohol, porque no lo es, pero puede sustituirlo en momentos de consumo. Y pasa y ayuda mucho, con los visitantes a nuestra bodega, donde casi siempre hay un conductor que no puede beber vino”.

Sin duda estos “vinos” sin alcohol van ganando popularidad y no es de extrañar, ya que la cerveza, su principal competidora, ha avanzado mucho en este campo.

Por su lado la Unión Europea se ha visto obligada a regular estos “vinos sin alcohol”. Este año entrará en vigor una nueva categoría para ellos, ya sean de parcial o limitada desalcoholización. El límite de alcohol establecido no deberá superar la cota del 0,5%.

Los países productores del Viejo Continente ya están trabajando en las directrices que definan las prácticas enológicas específicas, que se aplicarán a estos nuevos productos. Sin duda el sector vitícola apuesta a la innovación y es sensible a las preocupaciones de los consumidores, aunque respetando la integridad y las tradiciones del producto.