Este restaurante que con su nombre hace honor a sus solo cuatro metros de frente por veinte de largo y tan solo veinte lugares en una extensa barra, ha puesto un mojón en la Peatonal Sarandí. Ya sea por su génesis, su emplazamiento y espacio físico, así como por una cocina sincera, de gran lealtad técnica y alto respeto por los ingredientes. Una cocina de autor, de marcado perfil mediterráneo, abierta a aires asiáticos, pero sin perder elegancia y fineza.

Desde hace un tiempo el timón de este reducto, lo lleva Juan Carlos Diemarch. Sus creadores han marchado a la Francia natal de Benedict, donde viven una nueva aventura culinaria en la ciudad de Angers.

Juan Carlos, también aventurero y hombre de cocinas, ha vivido en Estados Unidos, donde se fogueó en diferentes restaurantes, para hoy cumplir el sueño del suyo propio. Es en Estrecho donde deposita esperanzas y ganas, el conocimiento adquirido y los proyectos de futuro, que comparte junto a Jessica, su socia de la vida.

Según Diemarch, los clásicos de lugar son la sopa Thai de pescado, la baguette de salmón ahumado y por supuesto la  Crème brûlée. Adhiero a esas palabras y sumo la ensalada de rúcula y verdes, con lomo, almendras tostadas, queso de cabra, tomates secos y aderezo asiático. Cada plato servido es una obra de arte, sin la parafernalia del exceso. Solo la comida en un limpio y brilloso plato blanco o a veces en una antigua porcelana.

Juan Carlos es simpático y conversador, y remata su relato diciendo que  “la receta del éxito es mantener los estándares de calidad gastronómica y servicio, que es reforzado por la sinceridad del trato de la materia prima y la interacción directa con el comensal”

Sarandí 460
2915 6107
Abierto de Lunes a Viernes de 12.00 a 16.00 horas

Fuente: The Select Experience