Es de verdad original el nombre con que esta bodega mendocina identifica a su línea de Malbec orgánicos, en la que hay uno de intervención mínima, otro de maceración carbónica y uno blanco

Roberto Luka, es el propietario y conoce bien el sector luego de una trayectoria de más de 40 años. En 1997 al terminar su gestión en Finca Flichman, decidió emprender su propio camino. Ya tenía en vista un predio yermo en Gualtallary – una pequeña zona considerada excepcional – y lo compró para desarrollar su proyecto. Es un empresario reconocido, que en más de un período presidió Wines of Argentina. Sabe lo que el consumidor quiere y le gusta seleccionar a su equipo de trabajo y gestionarlo. Por eso y para comenzar, contrató a Matías Michelini, un productor que conoce muy bien esa zona del Valle de Uco. También es un experto en viticultura biodinámica, al ser de los primeros en experimentar con ella y descubrir sus grandes ventajas.

Hace cuatro años su gerente de viñedos y bodegas dejó su puesto y con Michelini decidieron contratar a un joven enólogo, con algo de experiencia previa. Es Joaquín Martín que hoy tiene 31 años y estuvo en Montevideo para presentar sus vinos de la mano de Distribuidora de Todas Partes que los importa.

“Finca Sophenia es sustentable, lo que quiere decir que no regamos por canal, lo hacemos por goteo para no desperdiciar agua. Tenemos exigencias con nuestros proveedores, para que el embalaje de sus entregas sea liviano y de materiales reciclables. El cartón para las cajas de vinos debe venir en color Kraft evitando el color blanco. La reducción del peso de las botellas es otra condición y todas estas precauciones se las inculcamos al personal, para crear conciencia social y para que las transmitan a sus familias en sus hogares. En la bodega durante la vendimia controlamos el consumo de agua diario con un caudalímetro”, afirma orgulloso Joaquín.

“Si bien estas medidas se practicaron desde el inicio, recién en 2019 comenzamos el camino para certificarnos orgánicos. El viñedo hubo de estar tres años libre de fungicidas sintéticos, para asegurar la extinción de residuos. Este año logramos la certificación que ya rige para Brasil, USA, Canadá y la Unión Europea”, agrega Joaquín.

La impronta del joven enólogo bajo la dirección de Roberto Luka ya se ve reflejada en los nuevos vinos. Además de la novedosa línea Karma y yendo a los de alta gama, las nuevas añadas de los Sophenia Synthesis exhiben lo mejor de algunas parcelas elegidas. El siguiente paso fue crear el Antisynthesis Parcela Río Seco que nace de una cofermentación de Cabernet Franc y Sauvignon Blanc, que potencia las virtudes de cada una para lograr un vino diferente. Sus vides están plantadas en el cauce de un río que hace tiempo se secó.

Estas creaciones que Joaquín Martín viene desarrollando, dan muestras de su capacidad técnica para crear nuevos vinos, siempre con el objetivo de la mejor calidad de exportación. Una cualidad esencial para que Sebastián Llanes y Sandra Franco de Distribuidora de Todas Partes seleccionaran esta bodega para traer sus vinos a nuestro país.

Una empresa que comenzó en 2001 en el ramo de productos de tocador, de limpieza y comestibles, que, al formar una red importante de clientes en Montevideo y zonas del interior, decidieron aprovechar la logística que ya estaba armada y por gustos personales se decidieron por el vino.

“Comenzamos con una bodega, nos fue bien y con Sandra fuimos a Mendoza a buscar otras que tuvieran buenos vinos, una marca cuidada e interés en exportar a Uruguay”, cuenta Sebastián.

“Finca Sophenia nos sedujo enseguida por la calidad de su gente con la cual hubo una sintonía instantánea. Es de tamaño mediano, exportan gran parte de su producción y en el mercado interno no trabajan con supermercados y eligen con prolijidad sus clientes, en especial restaurantes seleccionados”, agrega para completar la idea.