El turismo de bodegas en Uruguay crece y crece en el mundo. Se estima que la tasa ronda en el 10% interanual, con cifras que van a superar los 13 mil millones de dólares. Nuestro país no queda ajeno a esta movida y desde hace tiempo las bodegas organizan la Fiesta de la Vendimia, y la del Tannat y el Cordero, entre otras actividades de perfil propio. Se nota una fuerte motivación de su parte, para desarrollar esta nueva unidad de negocios, que décadas atrás era impensable para un productor de vinos

Quizás haya sido Catadores Uruguay, en los primeros tiempos de su existencia y cuando aún no se hablaba del tema, quien sembró la semilla, organizando las clásicas visitas a bodegas, los sábados en la mañana. También colaboró que los bodegueros comenzaran a viajar, participar de ferias y visitar colegas en el exterior. Es probable que la suma de las variables y la tendencia mundial hiciera que los empresarios del vino notaran que ofrecer hospitalidad en sus emprendimientos, suma al negocio del vino.

La oferta de propuestas de enoturismo uruguaya es muy interesante, tanto para el público local, como para los turistas, especialmente brasileros y cruceristas. Así es como se las bodegas se organizaron y fundaron Los Caminos del Vino, entre otras organizaciones. El Ministerio de Turismo creó una sección especifica para atender este nuevo sector de actividad. También lo hizo INAVI, para apoyar y facilitar información, incentivar y promover todas estas acciones.

Las propuestas se encuentran a lo largo y ancho del país. Sin duda el Este es un imán para el desarrollo de este sector, razón por la que, en este breve y primer informe, nos interesa destacar los emprendimientos de la nueva región vitivinícola del país, donde casi todas las bodegas ofrecen diferentes propuestas. Ese es el caso de: Bouza con su novísimo Parador Las Espinas en las cercanías de Piriápolis; Viña Edén con su terraza y restaurante enclavado en la sierra; Sacromonte, el paraíso escondido de la ruta 12 camino a Lavalleja; Bodega Garzón con su “catedral del vino” cercana al pueblo homónimo; Bodega José Ignacio en la ruta 9, con la almazara de sus excelentes aceites de oliva O’33, el parque de esculturas y el recién inaugurado mostrador by Fernando Troca; Familia Deicas en la bellísima Aguaverde.

De manera especial vamos a comentar en detalle 2 opciones de enoturismo del departamento de Maldonado. Uno de ellos es el llevado a cabo por Alto de la Ballena – en ruta 12 casi la 9- que de la mano del incansable y proactivo Pablo Ricciardi ha organizado para esta temporada experiencias bien originales. Este sábado 27 al mediodía, habrá una Clase & Cata de Black River Caviar, que incluye un almuerzo en el renovado deck panorámico.

Con un énfasis en la cocina casera y de insumos originales, para acompañar sus excelentes vinos, los asistentes podrán optar entre las empanadas de esturión, el pulpo a la gallega o un escabeche de conejo. Aunque hay otras más convencionales. “Apostamos a la cocina casera que está a cargo de nuestros vecinos Juan y Cristina. Ellos nos traen los platos del día, según lo acordado. Eso simplifica la operativa y nos evita instalar un equipo culinario. No tenemos un restaurante, porque somos una bodega de vinos de alta calidad y a eso nos dedicamos”, agrega Pablo.

Alto de la Ballena abre todos los días de 10:00 a 18:00 horas y se puede visitar sin agenda previa, para hacer un recorrido de viñedo y una degustación de 4 vinos con tabla de quesos, fiambres, paté y pan casero. Eso sí, para la opción de cena nocturna es preciso reservar con anticipación por visitas@altodelaballena.com. Los días 29 se sirven los ñoquis caseros y como ya se hizo antes, se programan experiencias puntuales con cocineros de la zona, como Leonardo Etxea o Elena Marfetán, la cocinera del mar uruguayo.

Por su parte Cerro del Toro, muy cerca de Piriápolis, propone para esta semana un Tapeo de la Luna Llena, con música de piano y guitarra a cargo de Sebastián Panzl. El mirador situado en lo alto junto a la parcela de Cabernet Franc, se ha duplicado en tamaño y abre todos los días de 12 a 18hs, menos los martes.

Alejandra Trabazo a cargo de la recepción de turistas no ve reparo en que el mediodía sea hora de playa:” Al comienzo de enero hubo días muy frescos y ventosos que no invitaban a bajar. Además, la gente al mediodía le escapa al sol. También trabajamos con los cruceros y ellos no viajan con la idea de hacer playa. Visitar un viñedo y degustar buenos vinos con un acompañamiento acorde, es una oferta que los tienta mucho”.

Las opciones de tapas van desde la polenta grillada, empanadas de cordero o langostinos panko con salsa de mango, entre otras. “También y para nuestra sorpresa hemos recibido turistas europeos que vienen desde Montevideo o Punta del Este y por supuesto chilenos y brasileños” agrega Alejandra.

Y ya casi llegando a febrero, hay que estar atentos porque a través de las redes ya se anuncian las fiestas de la vendimia, que en general se harán los fines de semana y será en todo el país.