China cuenta con una población que sobrepasa los 1.411 millones de habitantes. Su clase media emergente es aspiracional y por tanto quiere mostrar su nuevo estatus. Para eso busca momentos de relax, bailar tecno en discotecas de moda y presumir de su riqueza. Mientras, bebe Chivas Regal con té verde

Desde comienzos del milenio China vive un desarrollo tecnológico muy acelerado que desafía al mundo entero. Ese comienzo que se refleja a partir del 2006 marca el inicio de importantes inversiones para posicionar el whisky en China, a través de Pernod Ricard y sus campañas de promoción. Las primeras inversiones fueron de más de 90 millones de libras según la Asociación del Whisky Escoces (SWA). Hoy esa cifra se multiplica cuando las ventas de whisky ya superan los 1.000 millones de libras esterlinas por año.

Pero…, ¿quiénes beben whisky en China?, mientras en occidente los consumidores son personas tradicionalmente mayores, en China son los jóvenes quienes lo consumen más. Se considera que casi el 50% de los consumidores pertenecen a la generación Z (nacidos entre1990 y 2010).

Hace un par de décadas que los mercados asiáticos comenzaron a producir sus whiskies de mezcla de reconocidas marcas. La realidad actual es que los Single Malt son los productos más deseados de estos nuevos consumidores. Las ventas de Macallan y Glenfiddich se han triplicado en los últimos años, aunque Chivas Regal aún representa el mayor volumen de consumo de whisky en el gigante asiático. Las exportaciones aumentaron un 6,40% en volumen y 23% en precio.

Diageo, el otro gran productor mundial, con sus marcas icónicas como Johnnie Walker ha realizado diversas cumbres de whisky con los nuevos consumidores para desarrollar su cultura y lograr fidelizarlos. Ejemplo de ello es la Johnnie Walker House en Shanghái, que es un centro de educación y consumo exclusivo.

La creciente demanda en términos de consumo aumentó las relaciones comerciales con el Reino Unido y ahora se plantea un nuevo desafío, que es el de crear el primer whisky 100% chino. Ya son varios los actores que están trabajando en esta creación que podríamos llamar épica, invirtiendo e instalando destilerías. Algunos de las empresas que van a la delantera en ese sentido son: Pernod Ricard, Diageo, Angus Dundee, entre otros.

Pernod Ricard ya lanzó su primera expresión: The Chuan, producida en la provincia de Sichuan luego de una inversión de 110 millones de libras. Por su parte Diageo invirtió 55 millones de libras en su destilería Eryuan en la provincia de Yunnan. La empresa de Cognac Camus se asoció con la productora de Baijiu Guijinggong para crear la destilería de Gugi en Bozhou con una inversión de 24 millones de libras. Angus Dundee (productores de Tomintoul y Glencadam en Escocia) hacen lo propio en Hangzhou.

Productores locales de Baijiu están incursionando en el whisky, como ha sucedido en Japón con productores de cerveza que salieron a la carga con los whiskies. Quizá lo más sorprendente es un proyecto financiado por el grupo Meng Tai que está instalando una destilería en Mongolia, con alambiques y ollas de maceración traídas directamente de productores escoceses junto a personal altamente capacitado para comenzar a producir whisky de gran calidad.

¿Estaremos en pocos años ante una nueva denominación de origen? El tamaño de China con sus variedades regionales, climas diversos, paisajes y culturas distintas, incluyendo Mongolia, pueden aportar una variedad de estilos muy significativos, dando una respuesta afirmativa a nuestra interrogante.

La Asociación de Whisky Escoces (SWA) sigue muy de cerca el proceso, porque el temor es que vaya a suceder como en la India que cualquier destilado de melaza le terminen llamando whisky y esto iría en desmedro de una bebida que cela y cuida su identidad y reputación. El gigante parece que se despertó.