Recién casados en 2002, Fernanda Montes de Oca y Julio Cantera se instalaron en una quinta en Peñarol Viejo, al norte de Montevideo. Es donde nacieron y se criaron sus tres niñas. Ambos compartían su amor por el campo y la naturaleza, lo que los impulsó también, a comprar un predio en Los Cerrillos para plantar arándanos. Como sabemos, ese negocio no funcionó

“Llegamos a tener unas 33 hectáreas de arándanos. Tuvimos que achicarnos porque Uruguay es demasiado caro para la exportación. Ahora con menos plantas y un sistema de hidroponía muy original, seguimos abasteciendo a  clientes seleccionados” dice Julio.

Otro sueño

Esta realidad los llevó a encarar otra quimera; tener su viñedo y sus propios vinos. Exploraron la posible ubicación y Maldonado aparecía como lo natural, porque les interesa mucho incluir el turismo enológico en el proyecto. Pero descartaron el Este por su estacionalidad. En cambio aquí  en Montevideo, hay un movimiento constante durante las 52 semanas del año. Dos cercanías los ayudaron a decidirse: la de la ciudad y su hotelería, distante a sólo 30minutos de donde ellos viven y la de otros emprendimientos similares, sobre el eje de la ruta 5.

Prepararse para lo nuevo

En 2017, un vecino lindero de Peñarol Viejo vendía sus 10 hectáreas y ellos se las compraron para agrandarse con vistas al nuevo proyecto. El siguiente paso consistía en plantar y decidir cuáles variedades cultivar. El vivero Las Violetas del Ing. Fernando Scalabrini es uno muy reconocido, no sólo por la diversidad de su oferta. Habiendo sido por años el abastecedor de tantos productores y siendo un estudioso en la materia, era casi obligatorio consultarlo y asesorarse con él. Les recomendó contactar al Ing. Agr. Néstor Merino, asesor del grupo CREA Julio Borsari y entre ambos encararon el estudio de suelos, así como el ajuste del pH con dosis de encalado y la fertilización primaria. El equipo técnico se completó al contratar al Enólogo José Lez, quien fuera gerente técnico de Establecimiento Juanicó y ex presidente de INAVI. “Así completamos el Dream Team con un excelente cuadro profesional y humano” dice Julio.

Dos blancas y seis tintas

Hubo que acondicionar el terreno y crear de dos tajamares para contar con riego en caso de necesitarlo. Por su lado Fernanda volvió a la UDELAR a tomar dos cursos de postgrado en Enología, en la Facultad de Agronomía, para contar con los conocimientos básicos. Finalmente entre todos decidieron plantar ocho variedades: dos blancas – Viognier y Albariño – y seis tintas: Merlot, Tannat, Marselan, Petit Verdot, Arinarnoa y Barbera. Esta selección pedía ser aclarada por Julio: “Con Fernanda nos gustó siempre ir a una vinoteca y para experimentar, preguntábamos qué hay de nuevo. Probamos algunos Arinarnoa y  Marselán que nos gustaron y los incluimos en la lista. El Merlot siempre fue un preferido y no podía faltar”. Aparece entonces la pregunta cantada, de cómo se explican las otras.  Obvio que la Tannat no precisa aclaración y la Albariño tampoco y está bien que tenga una compañera como la Viognier, pero faltan dos tintas:”De la Barbera tenemos unas pocas filas y nos gustó, como homenaje a los inmigrantes del Piamonte, que poblaron esta zona a inicios del siglo XX. El Petit Verdot en particular, está porque hace muchos años probé uno de Deicas que me encantó y es una variedad que me atrae mucho”, cuenta Julio.

Sin bodega igual se puede

Por ahora la bodega no se construyó y va a demorar al menos un par de años, pero  el viñedo ya produce. Se hizo un arreglo entonces con Diego Spinoglio, para que en su bodega se procesen las uvas. Hoy en Uruguay se han multiplicado los productores que trabajan sus viñedos y carecen de instalaciones para vinificar. Esto es práctica corriente en otros países pero para nosotros es algo nuevo. En el caso de Spinoglio son cuatro productores que contratan sus servicios en cada vendimia. Algunos llegan con su propio enólogo como en este caso, que le toca a José Lez dirigir los procesos. Pero a otros, la casa les incluye en el servicio, la participación de su equipo de tres jóvenes técnicos.

Dos blancos y un rosado de 2021

Días pasados en restorán Jardín de Zona América se hizo la presentación de la nueva bodega Cantera Montes de Oca, con invitación a la prensa y comunicadores. Julio Cantera nos recibió contando del proyecto y tanto José Lez como el Ing. Néstor Merino completaron con detalles de sus respectivas áreas. La ocasión dio para presentar los tres primeros vinos, dos blancos y el rosado. Primero fue el Viognier 2021, de buen cuerpo y algo tímido de aromas, pero respetando muy bien la tipicidad de la cepa. El Albariño 2021, le siguió con su complejidad  aromática, cítrica y floral a la vez. De acidez vivaz y provocante, como un buen primer augurio de futuras cosechas. El Rosado Tannat 2021, se obtuvo por un leve sangrado, al sacar el jugo antes de la fermentación. Es un buen logro de Lez, que se muestra con una fragancia poco común y una boca sustanciosa que lo hacen muy apetecible.