Arlette Eulert vino desde Lima a cocinar en Viñedo de los Vientos, la bodega de Pablo Fallabrino y Mariana Cerutti. Cerró su restaurante Matria en la capital peruana y para descansar unos días en Semana Santa. Pero el destino tiene sus propios designios y esta vez se unió  a la fuerte vocación de Arlette por la cocina

Entre ambos  hicieron que el descanso se convirtiera en un continuo trajinar entre ollas y cacerolas. Primero en Punta del Este y luego en esta bodega de Atlántida, un poco antes de retornar a su país. Joven y muy activa, despliega una vitalidad remarcable y en su restaurante limeño de Miraflores, propone una cocina de autor, en la que fusiona sus principales influencias: el estilo del sudeste asiático, la cocina mediterránea y la peruana. Original en sus gustos, prefiere en su día libre de domingo.. “desayunar cava con fresas, arándanos y mucho queso Brie y en mi cocina nunca puede faltar la sal, el aceite de oliva y el ají amarillo”.

Para la cena en Viñedo de los Vientos propuso algunos platos realmente deliciosos. En especial las sorprendentes vieiras al carbón con mantequilla cítrica de yuzu, una fruta muy usada en Japón, inusual para nosotros. Tiene un aroma parecido al limón y un sabor con toques amargos que en esta preparación no se notaron. Para el taco de lengua usó tomates cherry y el rocoto peruano, ají típico que ella adora y que se destaca por su picante, aunque condimentado con cautela – como ella lo hizo – no chocaba para nada a nuestro paladar rioplatense. El menú principal se completó con mollejas caramelizadas, un curry de ajíes y vegetales asados, culminando con un tentador gigot de cordero estofado con hongos frescos. Cada plato tuvo el acompañamiento de los vinos de Pablo, tan originales como el menú. El Arneis Chardonnay, un corte singular de la conocida uva blanca francesa con una italiana del Piamonte, única en nuestro país. Luego vino el Catarsis, un tinto joven, fresco y sabroso mezcla de Cabernet Sauvignon y Tannat. Para el cordero fue el Eolo Gran Reserva de la cosecha 2012 Tannat 85% – Ruby Cabernet 15%. Y al llegar a los postres le tocó el turno al Alcyone Licor de Tannat. Una noche estrellada y sin el viento que da el nombre al establecimiento de Pablo y Mariana, dio para estar sentados afuera en el jardín, disfrutando lo que va quedando de este verano.