Adriana Bidegain es sommelier de vinos y especialista en aceites de oliva. Por su parte Rosa Ferrer cuenta con gran experiencia en gastronomía. Trabajaron juntas el verano pasado en el mirador de Bodega Cero del Toro, cerquita de Piriápolis. Se entendieron muy bien, se hicieron amigas y con las pilas recargadas, durante el invierno crearon Wine Road. Un proyecto que apunta a armar grupos para visitar bodegas y almazaras o a realizar eventos, con particular énfasis en el maridaje, en los que cada una aportará su especialidad

Rosa estudió Ciencias de la Comunicación en la UDELAR y ganó mucha experiencia trabajando para la agencia Nueva Comunicación, organizando eventos para marcas reconocidas: “Siempre fui una persona muy curiosa y ávida de aprender. Junto con mi esposo Marcelo Bianchieri trabajamos en nuestro restaurante Da Pentella y lo convertimos en un referente de la cocina italiana. En la primavera de 2021 me propusieron estar a cargo del mirador de Cerro del Toro, donde conocí a Nani. Trabajamos codo a codo todo el verano y nos hicimos grandes amigas. Después de muchas charlas invernales y al terminar la primavera nació Wine Road”, comenta ella.

Por su parte Adriana no se contentó sólo con graduarse de sommelier de vinos, también se especializó en aceites de oliva. Habla inglés y portugués y trabajó varios años en el restaurante de Bodega Bouza, donde una vez le tocó atender al actor Keanu Reeves, que siendo un apasionado por las motos, pidió para probar una del museo y se dio el gusto de pasear con ella por los jardines de la bodega.

“Al acercarte al mundo del vino y la gastronomía, te das cuenta que es un camino de ida. Puedo parecer tranquila, pero la pasión y el entusiasmo que el vino y el aceite me provocan, me hacen sentir viva, vibrante, con muchas ganas de compartir lo aprendido. Comenzó siendo un pasatiempo pero se convirtió en un mundo que me atrapó”, comenta con desenfado.

Este comentario de Adriana me recuerda a la sabia definición del poeta y filósofo argentino Santiago Kovadloff que dice: “la verdadera vocación es la que viene de afuera, te atrapa y te apasiona de tal manera, que te hace vivir para ella”.

Su especialización en aceites de oliva la llevó a integrar durante tres años, el panel de cata de la Facultad de Química, al que se presentan los aceites nacionales para adquirir la categoría Virgen Extra.

Trabajando en el restaurante Bouza se propuso cambiar el aceite de oliva que se usaba y para ello:” le propuse a la familia hacer una cata a ciegas de 6 muestras que me copaban. En una mesa éramos diez y nos dio trabajo llegar a un veredicto, pero tras oler y probar en forma repetida, hubo uno que nos convenció y lo adoptamos. Resultó elegido el de un productor nuevo, pequeño y fue una experiencia super interesante poder trasmitirles mi experiencia”, cuenta Adriana con satisfacción.

Wine Road ya hizo su primera experiencia llevando un grupo a visitar el olivar de Chacra La Anyta, cerca de Pan de Azúcar. Allí Rosa y Adriana se encontraron con una grata sorpresa. Alejandro Di Tulio propietario del establecimiento comenzó a importar unas cervezas españolas bien diferentes. Las probaron y quedaron encantadas: “Son artesanales, de Cataluña, no tienen ningún tipo de aditivos y son sin gluten, por tanto aptas para celíacos. Una de ellas tiene un color verde impactante, pero sobre todo son de una incomparable sensación de untuosidad en boca, que yo no he encontrado en otras cervezas”, comenta Adriana.

Entusiasmados varios del grupo le preguntaron a Alejandro dónde las podían comprar, a lo que les respondió que por ahora sólo se venden en Chacra La Anyta. Ni cortas, ni perezosas, Rosa y Adriana se postularon para venderla online a través de @wineroad.uy y así sumaron otro rubro a su naciente proyecto.