Aprovechando su breve estadía en Montevideo, se dio la oportunidad de una entrevista a Diego Banfi con cena incluida, en Los Leños de la calle San José. Una pizza rústica de entrada y una botella del Cabernet Sauvignon 1x1 de Héctor Stagnari, oficiaron de apoyo a una larga charla de vinos, anécdotas de familia

Propietario junto a su esposa, de las bodegas Piccolo Banfi en Mendoza y Uruguay, se presenta así:“ Mi actividad principal es una empresa de telecomunicaciones que nació con los sorteos telefónicos, que hicimos con muy buenos resultados, tanto para Susana Giménez como para Sofovich. Aquí en Uruguay y en el mismo rubro, somos proveedores de contenidos para ANTEL, Claro y Movistar”.

Sin tradición en el sector vitícola, en 2001 su padre Rubén compró una finca en Mendoza para instalar un viñedo. Por su lado y al mismo tiempo, Diego compra la revista Cuisine et Vins:”porque mi esposa es periodista y cuando vi en un diario que se remataba, se la ofrecí para que armara un equipo y la manejara. Es un lindo emprendimiento, que evolucionó desde la forma impresa a lo digital y que nos dio la chance de crear un club de vinos y organizar las Expo Vinos tan exitosas”.

Nace una bodega

Volviendo a Mendoza, en 2013 arma su bodega Piccolo Banfi en el mismo predio del viñedo familiar y al contar con una publicación especializada en vinos, le dio la chance de vincularse a bodegueros y enólogos. También la de conocer a Michel Rolland, el experto francés que asesora a bodegas en Mendoza y en otras regiones del mundo:”A él le gusta cazar, a mí también, hicimos juntos unas cuantas salidas y fue naciendo una amistad. Mi madre es francesa y yo hablo el idioma, ambos factores nos ayudaron a conformar una relación de camaradería. Desde el comienzo me asesora en el manejo de viñedo y bodega”.

Un francés de taquilla

Michel Rolland llegó en 1989 a Cafayate, Salta, contratado por Arnaldo Etchart como consultor para su bodega San Pedro de Yacochuya y quedó fascinado con las condiciones del país, diciendo que había encontrado “la tierra prometida del vino”. Al tiempo y más al sur en Mendoza, emprende el mega proyecto Clos de los Siete, pero cada vez más solicitado decide instalar Eno.Rolland, una empresa que brinda servicios de consultoría vitícola y enológica. Su socia, la Enol. Gabriela Celeste es quien la conduce y quien armó el equipo, que tanto realiza análisis de laboratorio, como estudios para nuevos proyectos vinícolas.

Un 2001 muy problemático

El comienzo del siglo fue complicado en el Río de la Plata, la crisis financiera hizo estragos y ambas orillas se vieron conmocionadas por corralitos y fuga de capitales. Diego y Flavia su señora, conocían bien nuestro país por venir de vacaciones de cada verano. Si bien en Uruguay también se experimentaba el remezón bancario, una certeza institucional de varias décadas, despertaba las ganas de contar con un punto de apoyo en esta orilla. Si bien la familia no tenía una tradición rural, en 2001 un campo cercano a Nueva Helvecia apareció en la pantalla de búsqueda y la opción se concretó. Mil hectáreas de explotación agrícola ganadera, con costas sobre el arroyo Rosario, se hacían merecedoras de un viñedo y después de buscar una buena ubicación, unas cuatro de ellas se destinaron a plantar variedades tintas. El viejo tambo inactivo desde tiempo atrás, sirvió para alojar la pequeña bodega. Hoy sus vinos uruguayos con la marca Estigma, se venden en las tiendas Iberpark.

Un Cónclave para el recuerdo

No podía faltar anoche, en esta cena de El Fogón, el relato de su encuentro en Roma con el Papa Francisco. Con mucha anticipación, Diego había registrado el nombre Cónclave para un futuro tinto mendocino de Alta Gama, que sin embargo demoraba en concretarse. Finalmente salió al mercado a comienzos de 2013, como un blend compuesto por Malbec, Cabernet Franc y Cabernet Sauvignon. Sucedió que para marzo de ese año, viajaba con su familia a Roma y el día 13, el cónclave de cardenales nombró al Cardenal Bergoglio, como Papa Francisco I. No había ninguna duda. Era obligatorio llevarle una botella del Cónclave Gran Corte, en su honor y como recuerdo. La gestión del obispo de Morón, amigo de la familia, facilitó la audiencia y en plena plaza de San Pedro, Diego, Flavia y sus hijos, hicieron entrega del obsequio al Santo Padre. El fotógrafo del Vaticano no desperdició el momento y registró la entrega. La foto voló hacia las agencias y llegó el mismo día a la Argentina, quedando como un recuerdo imborrable para los Banfi.