El Misterio está en su esencia

Bodega: Finca Narbona
Origen: Carmelo – Colonia
Precio aproximado: $ 499

Valeria Chiola ejerce la dirección técnica de esta bodega y ella es la creadora de este enigmático Blend 002. La incógnita surge al no declarar cómo está integrado este tinto de corte. En la botella se puede leer..“Tres variedades componen este vino, pero no las develamos, para permitir que tus sentidos te permitan descubrir su esencia.” Valeria se graduó en la escuela de Vitivinicultura Tomás Berreta y para reforzar sus conocimientos, trabajó 5 meses en Nappa Valley. Después hubo otro período de entrenamiento en la bodega de su familia, cerca de Pando. Más adelante obtuvo una beca del gobierno italiano, para cursar un Master en Enología, dictado en la Univesitá Cattolica de Piacenza. De vuelta al país fue contratada para elaborar los vinos de este establecimiento. Entrevistada por el comunicador brasileño Beto Duarte, del portal Papodevinho, ella contaba de Finca Nabrona… “El viñedo se plantó en 1998 con 10 hectáreas de Tannat y una de Pinnot Noir. Otra etapa se dio en 2010 con la plantación de 5 hectáreas más de Petit Verdot, Tempranillo y Syrah. Esto nos permitió empezar a realizar tintos de corte, siempre con la meta de obtener vinos muy equilibrados. Estamos en una zona con suelos que contienen piedra muy antigua de origen marítimo. Con ella se construyó la bodega y en algunas paredes sin revocar, se pueden ver la impronta de caparazones y conchas de mar, que dejaron su huella milenaria. Cerca de Punta del Este, Narbona también tiene viñedos y de allí surge el Sauvignon Blanc, por ser una zona más fresca, ideal para las cepas blancas”. Hasta donde sabemos, este corte que no declara su composición, se basa en el Tannat y al probarlo casi no caben dudas. Es muy oscuro y todavía guindo teniendo en cuenta su edad. Huele a frutas rojas muy maduras y con el atisbo o sospecha, de una crianza en roble que la etiqueta no declara. Importante en boca, redondo y sin aristas, es un tinto bien uruguayo, ideal para combinar con nuestras carnes o achuras. En especial la imaginamos con una picaña tierna y bien jugosa, con papines al romero.