El presidente Tabaré Vázquez, realizó una visita privada a la ciudad española de Segovia, donde vio uno de sus monumentos iconos, el acueducto romano y almorzó cochinillo asado, plato típico de la provincia

Durante su visita oficial de seis días a España y antes de reunirse con el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, Vázquez se dedicó al turismo en la ciudad castellana, a tan solo 90 kilómetros de Madrid.

A los pies del Acueducto del siglo II, que, al igual que el centro histórico de la ciudad, es Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, Vázquez fue recibido por la alcaldesa de Segovia y la subdelegada del Gobierno en la región.

Sin actos protocolares por tratarse de una visita privada, el presidente uruguayo, su esposa y sus acompañantes hicieron un recorrido por el centro, donde visitaron la Catedral y el Alcázar, que fue sede de los reyes de Castilla en la época medieval, y el Real Colegio de Artillería, fundado por Carlos III.

El paseo concluyó con un almuerzo en el famoso restaurante «Cándido», quien fuera Mesonero Mayor de Castilla, para degustar el cochinillo asado y otros productos de la tierra.

Bajo las milenarias piedras del acueducto romano y para Sociedad de Catadores nos adentramos en Cándido, edificio catalogado de interés histórico con una cocina tradicional castellana fiel a los productos autóctonos y a sus raíces.

Para la ocasión se seleccionaron vinos de la Ribera del Duero, propios de la región, destacándose el Avan Concentración, cosecha 2012 y vinificado con la variedad, Tinta del País (tempranillo). Este varietal de color rojo picota intenso, casi opaco y violáceo, nos demuestra su gran juventud y sobre todo su potencial de guarda. Con un pasaje por barricas de roble francés de 18 meses, muestra en nariz, como su nombre indica, pura concentración. Predominan aromas de grafito, minas, hollín, chimenea, especias y madera de gran calidad. Aromas finos, elegantes y sutiles. En boca es un vino de gran impacto inicial pero sus taninos maduros y su cremosidad le convierten en un vino domado, amplio y sabroso.

Existen documentos que demuestran que en 1786 se solicitó licencia para la apertura de una Taberna en esta casa, aunque con certeza estuvo regentado desde 1895 por la familia Rivera. En 1912 es adquirido por los padres de Patro, futura esposa de Cándido, gran cocinera y alma del Mesón. En 1931, Cándido se hace con la titularidad del Mesón, comprándoselo a su suegra por 20.000 pesetas. Cándido convierte al cochinillo, por entonces despreciado, en su plato estrella. Poco a poco, el Mesón va adquiriendo fama nacional e internacional, llegando a convertirse en uno de los establecimientos hosteleros de Segovia, más conocidos en todo el mundo. Hoy está a cargo de Alberto, hijo de Cándido y sus nietos, continuando así con la tradición familiar.

Por Santiago Palermo desde España para Catadores